El objetivo de la normalización de cualquier lengua minorizada es extender su conocimiento y uso en todo su ámbito geográfico y en todas las funciones de la sociedad. Este es un proceso de reorganización a través de la educación, la política y la cultura. La normalización de una lengua minoritaria se realiza con cuatro objetivos:
1.- Aumentar el uso del euskera (en la relación entre familias, alumnado y profesorado).
2.- Propagar su uso a diversos ámbitos y funciones.
3.- Fomentar la presencia del euskera.
4.- Aumentar el número de vascoparlantes.
Para ello es importante tener en cuenta a toda la comunidad educativa: alumnos, padres, profesores… Para alcanzar acuerdos conjuntamente, consolidar lo trabajado, y lograr poco a poco los objetivos planteados.
Por ello, debemos normalizar el euskera en los centros y tener en cuenta a todos los agentes de la comunidad educativa: alumnado, profesorado, familias… Buscando su consenso, fijando lo trabajado hasta ahora, poniendo objetivos alcanzables para que la escuela avance paso a paso.